Destino y amor real (reseña)

Midori Arakaki

La obra teatral Cita a ciegas narra cómo las personas dejamos que se vaya el verdadero amor y cómo la frustración por vivir solos hace que estemos con aquella que no amamos. Todo este embrollo ocurre en unas bancas de una plaza y un viejo ciego tiene el destino de hablar con todos en momentos distintos, en donde cada uno le explica la situación que está pasando. Resulta que todos están relacionados de alguna manera para que esta trágica historia ocurra. El elenco consta de cinco personas. Actúan Carlos Gassols como el ciego, Gustavo Bueno como el hombre, Wendy Vásquez como la chica, Ana María Jordán como la mujer y Elsa Olivero como la psicóloga. A pesar de la simplicidad del escenario y muchas veces el uso de conceptos abstractos, Cita a ciegas es una obra que llega a comunicar mucho al público, transmitiendo muchos valores y haciéndolos pensar. La comicidad del ciego literario hace que no se torne aburrida. Es una buena obra para regresar a verla. Se está presentando en el Teatro de la Alianza Francesa de Miraflores, de jueves a lunes a las 8 p.m. bajo la dirección del cineasta peruano Francisco J. Lombardi y el extraordinario guion de Mario Diament.

Víctimas de las circunstancias (reseña)

Francisco Martin Flórez

¿Qué rige nuestras vidas? ¿Es el destino lo que nos lleva a determinadas situaciones y no somos capaces de controlarlo? ¿O nuestros actos son producto de la casualidad? Estos temas son tratados de manera entretenida y muy detallada en esta obra de situaciones hilarantes y dramáticas a la vez. Un par de bancas son más que necesarias para recrear ya sea un parque o un consultorio psicológico. Un ejecutivo de un banco y un escritor ciego se encuentran en un parque, pero no es solo mera coincidencia, todo esto irá hilando una historia en la que se verían involucrados una joven escultora y su madre, una psicóloga y a la vez esposa, un joven con sida, una pintura y La educación sentimental de Gustave Flaubert, que unirá a estos personajes y los identificará al punto de que cada uno de ellos abrirá su corazon, “dejando a la vista” sus pasiones y temores. La música, tan tierna como desconcertante, y la iluminación, que nos sumerge en confesiones restrospectivas, son los excelentes acompañantes de una narración que termina por aterrarnos acerca de lo que la psiquis humana es capaz de llegar a hacer ya sea por un deseo, un recuerdo... o un amor no correspondido. El principio es quizás la parte esencial en cualquier obra, en este caso, es más que eso. Es el momento en que uno tira la moneda al aire y no sabe cómo va a caer, o cómo terminarás. Uno se pregunta, a dónde nos llevarán las anécdotas del banquero y las atinadas respuestas del escritor, que es probablemente el personaje que más simpatiza y entretiene por su inteligencia y ternura; y resulta curioso cómo los demás personajes se muestran ante él como “libros abiertos”, confiados, sin saber que conoce toda la verdad y que, irónicamente, él mismo estaría relacionado. La actuación es soberbia, en la que destacan Gustavo Bueno y Carlos Gassols quienes son más que una garantía, pero el trabajo del escritor, la manera de sumergirnos en el misterio que ocultan los cinco personajes, es más que deslumbrante. El tiempo que dura, nos mantiene ávidos de saber lo que sucederá en la siguiente escena hasta llegar al final en donde sorprende el desenlace que uno no imagina para nada. Es una obra ejemplar para convencer de ir al teatro a aquellos escépticos de la calidad de una puesta en escena en vivo.