Dos sílabas hacia la muerte (cuento)
Un día como hoy hace trece años, día en el que iniciaba la secundaria conocí a Miguel, un chico tranquilo, educado como se diría, el buena gente del grupo. Compartíamos grandes momentos que hoy son historia en mi memoria. Pasábamos los fines de semana en compañía de los amigos, de fiesta en fiesta y en una de tantas conoció a la mujer que sería motivo del final menos esperado para él. Su nombre era Carla, cabello castaño, ojos verdes, figura delgada y personalidad egocéntrica, fueron algunos de los motivos para que Miguel pierda la cabeza.
De la noche a la mañana empezaron a salir llegando a ser más que amigos, pasaron seis meses hasta que dicha chica pronunció la siguiente frase: “Necesito un tiempo”, Miguel era tranquilo pero no tonto y era una clara separación. ¿Palabras duras o mágicas? Duras para mi amigo, pero mágicas para un cambio.
Lunes, 13 de marzo, inicio del año último año escolar, día de la semana odiado; por en ese entonces, nosotros los estudiantes. Carla ingresaba con un chico cogida de su mano, con una sonrisa que los iluminaba, pero a mi amigo simplemente lo opacaba. Miguel lleno de ira decidió investigar quién era este chico, resultó ser un ex mejor amigo de Carla, digo ex porque llegó a ser su enamorado. Esto no queda ahí, se trataba nada más ni nada menos de Alex, el popular de la promoción, el que tenía fama de conquistador o como se diga en estos tiempos.
De la noche a la mañana todos notamos cambios en Miguel, ya no era el chico estudioso ni la persona respetuosa. Empezó a tener un estado de ánimo inestable con una mirada llena de ira, cualquiera como nosotros en ese entonces, pensaría que eran cambios por la adolescencia. Su madre preocupada decidió llevarlo a un psicólogo, hablar con nosotros que éramos sus amigos ¿Sirvió de algo? Pues no, Miguel tomó sus cosas y decidió irse sin paradero alguno. No supimos de él, hasta que de pronto lo vimos sentado en aquella carpeta gris y con la actitud que todos deseaban que tuviera. Nos engañó, fue una estrategia para que nadie sospechara lo que tenía en mente.
Sé que cuando decidió huir de los problemas y la depresión que lo agobiaba por el engaño de Carla, vivía en un estado deplorable, sucio, delgado y desalineado. Cuenta la policía que en la precaria viviendo encontraron dibujos violentos y unas hojas donde estaría la clave para resolver este caso; por otro lado después de su retorno y de la gran sorpresa que nos causó, notamos que Miguel hacía el mejor esfuerzo para volver a hablar con Carla y mucho más esfuerzo se veía en el afán por ser amigo de Alex, a los que hasta ese momento llevaban nueve meses de relación. Para ser sincero se me hacía raro todo lo que estaba sucediendo.
Diciembre… llegó el tan esperado baile de promoción. A una semana de aquel evento todos ya habían elegido a la persona que los acompañaría, pero para incrementar mis sospechas Miguel solo atinaba a decir: “No es de este colegio, ya la conocerán”. Llegó el gran día, decidimos reunirnos en la casa de Alonso para tomarnos fotos con las parejas y compartir nervios por un rato. Se nos hacía tarde y Miguel no llegaba, nos mirábamos angustiados con el miedo de que haya pasado algo malo, ya no podíamos esperar más y no por nuestra voluntad sino por la presión del tiempo.
Mirábamos el reloj y eran las 3:00 a.m. Pasó una hora más cuando a lo lejos reconocí la delgada y alta silueta de esa persona ausente en toda la fiesta, veía que caminaba algo extraño cuando de pronto escuché decir: “¡Todos al suelo menos Carla ni Alex!”. No lo podía creer, era mi mejor amigo con un arma en la mano amenazando al director, profesores y alumnos; en ese instante no podía contener las lágrimas al ver el estado en el que estaba Miguel. Caminó lentamente hacia las dos personas indicadas cogió del cuello a la chica, poniéndole la pistola en la cabeza y gritando empezó a reclamar todo el cariño que sentía desperdiciado por Carla, la cual tenía el rostro lleno de lágrimas, desconcertada y en sus ojos una nota de resignación para la muerte; en un abrir y cerrar de ojos vimos a Carla en el piso con un pequeño río de sangre que pasaba por sus grandes ojos verdes que algún día cautivaron a Miguel.
Alex con rostro de miedo y mirada sin punto fijo trató de quitarle el arma, pero el esfuerzo fue inútil, Miguel ya lo tenía preso del miedo que emitían esos ojos rojos llenos de ira y sin pensarlo el asesino disparó directamente al corazón gritando en tono de burla y de llanto: “¡ ja,ja.ja! ¡Te burlaste de mis sentimientos y ahora me burlo de tu vida!, ¿quién dice que con el corazón no se juega? Si para mí esto es un juego, tan sencillo de ganar como fácil de matar!”.
Lo que vino después, no tengo cómo explicarlo, me encontraba en el suelo con las manos en la cabeza hasta que algo en mi interior hizo que recordara todos los momentos vividos, sonrisas y llantos compartidos, así que decidí levantarme dirigirme hacia Miguel y en mi mente una fotografía del día en que nos conocimos. No recuerdo las palabras que salieron de mi boca, solo quería ayudarlo pero ¡maldita sea! Todo salió mal y Miguel de un tiro en la cabeza perdió la vida el mismo día en que perdió las esperanzas de creer en el amor.
Hoy a ocho años de su muerte, recuerdo a Miguel como en aquella fotografía, sonriente y valiente pero son solos recuerdos de la mente. En mi corazón aún queda la culpa de aquel final que me marcará hasta el lecho de mi muerte.
Imagen tomada de http://www.geocities.com/emo_wanted/love1.gif


7 Comentarios:
A la/s 3 de junio de 2007 a las 9:31 p. m.,
Unknown dijo...
excelente
A la/s 17 de julio de 2008 a las 8:11 p. m.,
Anónimo dijo...
Bueno esta historia me parecio muy buena, interesante y con mucho suspenso, el final es muy bueno, esta chica lo redacta bien, y es inesperado, y bueno me gusto mucho.
Alessandra Lazo Brissolesi*
A la/s 20 de julio de 2008 a las 1:52 a. m.,
Anónimo dijo...
Me pareció interesante en una parte porque el final fue muy emocionante, pero en otra no, porque desde que empieza a redactar la historia ya se sabe cuál sería el final, talvez no de la manera en que Miguel decidió suicidarse, sino en que su muerte ya estaba predicha al principio de la historia. Yo pienso que debió ponerle un poco más de suspenso. Pero en sí, está muy bien redactada y me gustó mucho.
A la/s 23 de julio de 2008 a las 2:46 p. m.,
Anónimo dijo...
Me parece un relato interesante. La historia resalta de varias emociones y sentimientos encontrados.
Es interesante como mantiene al lector dentro de la historia ya que describe cada parte del relato.
Mariagracia Gutiérrez Vinces
A la/s 10 de enero de 2009 a las 6:11 p. m.,
Anónimo dijo...
La historia me pareció muy interesante, una buena historia que marca el trágico desenlace que muchas veces ocasiona el amor, pero ese amor enfermizo que de pronto despierta en una persona aparentemente normal o quizá hasta normal y se convierte en un psicópata.
Aunque la historia sea corta, mantiene el suspenso y la especulación de principio a fin.
En cuanto a la redacción, hay errores gramaticales, pero son pocos. Por lo general está bien elaborada que se deja entender facilmente.
Carlos Cóndor Andrés
A la/s 10 de enero de 2009 a las 8:46 p. m.,
Anónimo dijo...
A mi parecer, esta historia de enamoramiento en la adolescencia, esta algo influenciada por los típicos cuentos Norte Americanos que suceden en el High School, ya que, el final y la trama en donde el adolescente bueno y amigable se va de casa por el des amorío, regresa con un plan de venganza para luego, matar con un arma a sus victimas; deja una sensación a irrealidad y por ende, el lector se distrae imaginando un posible final, el cual se deja notar en el transcurso de la historia.
Quiero decir también que, la redacción es buena. En algunos momentos, puede confundir al lector pero no se siente repetitivo, ya que, sigue avanzando paralelamente con la historia, poniéndole más suspenso antes de llegar al final.
Carlos Paulo Aguilar Alcalde – Curso de recuperación en Lenguaje y Redacción.
A la/s 10 de enero de 2009 a las 10:10 p. m.,
Anónimo dijo...
Una buena historia, cambiante, directa, que relata el desamor, la desesperacion y la perdida de la fe, te atrapa y no te suelta hasta el final.
Piero Bendezu Araujo
Publicar un comentario
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
<< Página Principal